Franz Mayer

La última vez que intenté visitar el Fran Mayer fue con la exposición de Tim Burton y claro, la fila para entrar era interminable, podías comprar el boleto por internet pero la gente en la entrada te lo hacía ver tan complicado y tedioso que desistí, me di por vencida. Pensé que comprar un boleto por internet era mucho más complicado porque no te da margen de error, si por alguna razón no pudiste ir ESE día, pierdes el boleto. Pasaron los días hasta que cuando me acordé, la exposición ya había terminando. Quedé arrepentida sin duda.
Esto se los comento para que nos les suceda. Si tienen ganas de ir a una exposición, que la fila no los intimide, no lo piensen tanto, al final vale la pena y la compra en línea siempre te quita ese peso de encima.

Ésta vez lo visité para conocer la exposición de carteles los cuales se dividen en cinco temas que hablan de la vida cotidiana. La participación es a nivel internacional: Japón, Alemania, Cuba, Italia, son algunos de los más destacados. La exposición se encuentra en los muros del patio principal del museo y presentan muchas ideas interesantes para todos aquellos amantes del diseño gráfico. Para mi gusto había carteles muy altos que no te permitían ver ni el país al que pertenecían pero están acomodados de una manera interesante que nos deja ver el gran interés del proyecto.

Otra de las exposiciones que están es el Tapiz Contemporáneo. Una colección de 11 tapices que se realizaron en el Taller de Afelpados en el Centro de las Artes de San Agustín, en Oaxaca. Francisco Toledo es el encargado de recopilar ésta interesante exposición, pocas veces veremos montajes de tapiz (Cómo en Leonora Carrington en el MAM), así que nunca está de más saber sobre uno de los trabajos más importantes del estado de Oaxaca.

También me di una vuelta en la exposición Premio Nacional de Diseño 2018 en donde muestra a los proyectos ganadores en su tercera edición. Me hubiera gustado ver los demás proyectos porque no encontré mucha originalidad en los ganadores excepto por "Casa Maow" que me la imaginé perfectamente en casa todos mis amigos que tienen gatos.


Pero en realidad lo que más me gustó del museo fue la biblioteca, es bellísima. Dentro de un inexplicable maravilloso silencio, este espacio lo siento totalmente olvidado y es una joya dentro de tanto diseño contemporáneo. El mobiliario, los acabados en madera, los detalles son realmente maravillosos. 

La cafetería está bien tiene mesas en el patio principal y la tienda no ofrece nada espectacular que no hayamos visto en el Mumedi o en el MUAC, sin embargo tiene cosas interesantes.

El museo cuenta con servicio social y espacios para tus eventos, siempre una increíble opción en el centro histórico.

Espero sus comentarios.