Museo de las Intervenciones.

Batallón de San Patricio
Entre las calles de "División del Norte", "Río Churubusco", "20 de agosto" y "Martires Irlandeses", se encuentra el Ex Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de Churubusco, uno de mis museos favoritos en la Ciudad de México. Y es que no es casualidad que esté entre esas calles, más bien gracias a la historia que tiene este convento es por el cual llevan esos nombres.

Churubusco es de origen Náhuatl, significa En el Lugar donde adoran a Huitzilopochtli. 



El pasado 20 de agosto celebraron (como cada año) la Batalla de Churubusco que en el 2018 cumplió 171 años y por lo que veo es una gran fiesta, pues adornan con flores, música de gaitas y una representación con actores montados a caballo de lo que fue parte de la historia mexicana. Éste año fue en lunes y abrieron el museo exclusivamente para la celebración. Más de 1000 visitantes asistieron, según me contó el vigilante.

El museo está dividido en varias áreas:

1. El jardín. Ideal para llevarte un libro y tener un momento de paz en medio de la Ciudad.
2. El huerto. En donde cultivan una gran variedad de flores y plantas. Estas últimas las puedes encontrar a la venta en la tienda del museo. 
3. El convento
4. Salas permanentes, que se dividen en:
  • La Independencia de México
  • Las primeras intervenciones armadas en México
  • La Intervención de Estados Unidos, 1846 – 1848
  • La guerra entre México y Estados Unidos
  • Batallas del Valle de México
  • Los tratados de Guadalupe Hidalgo, fin de la guerra
  • La guerra de Reforma
  • La intervención francesa y el imperio, 1862-1867
  • La Batalla del 5 de Mayo de 1862
  • El gobierno de Porfirio Díaz
  • La Revolución social, 1910-1917
  • La invasión a Veracruz
  • La expedición punitiva de Pershing contra Villa, 1916
















No es muy claro donde empieza, como termina y el recorrido en sí. Fácilmente te puedes perder, es un laberinto en donde si empiezas mal, te perdiste. Debido a que es un museo que se adaptó a lo que fue el convento, existen muchos pasillos y hace que el recorrido sea confuso. Sin embargo la curaduría está adaptada cronológicamente así que si conoces bien la historia de México, te será fácil pero si no, te recomiendo leer muy bien las cédulas y seguir los pocos señalamientos que encontré. 
El problema con el flujo del museo es que, si tienes un simulacro o algún siniestro, el museo tiene varios obstáculos que usan como guía para seguir el recorrido que no te permiten entender donde están las salidas de emergencia y en momentos de pánico podrían causar claustrofobia o desesperación. Sobre todo para las personas con debilidad visual, esto puede llegar a ser un problema grave.

Ahora bien, la exposición: Muchas de las piezas son originales, pero otras no ya que se encuentran resguardadas por el Archivo General de la Nación. Sin embargo, es fundamental que estén para que la historia esté completa y la curaduría cumpla con su propósito. Las piezas que son originales, están perfectamente resguardadas y montadas sobre unas vitrinas originales y muy elegantes. La gama de colores, la iluminación y el microclima, mantiene a las piezas en buen estado.
Lástima del reflejo de los cristales, no permiten que tomes una buena foto. 







Las cédulas son muchas y muy detalladas a lo largo del recorrido, pero son fáciles de entender. Tienen un diálogo muy amable que permite que cualquier persona pueda leerlo con facilidad, sobre todo por la complejidad del tema.



















No encontré cédulas en inglés o en Braille. Tampoco había elevadores o facilidad para las silla de ruedas, un señor no pudo pasar a las salas más importantes del museo y se quedó en planta baja. Debido a que el convento ha sufrido un hundimiento y lo estrecho de los pasillos dentro del museo, es imposible que una silla de ruedas pueda hacer amablemente el recorrido. El edificio no está adaptado para éste tipo de público. 

Este es un museo al que te obligan a ir cuando estás en la secundaria, pero creo que es importante regresar por la forma en como te cuenta la historia. Te recuerda lo maravilloso que es México y sales inspirada para seguir luchando. Nos motiva a ser mejores mexicanos, a amar y respetar a México. Y septiembre es mejor mes para recargarnos, ya que como bien saben celebramos la Independencia de México y el museo nos explica por qué lo debemos celebrar.
El ex convento te hace sentir orgulloso de ser mexicano.

La tienda está muy limitada, de hecho cuando entré no había nadie atendiendo. Lo único interesante que vi fueron los productos que el mismo museo cultiva en el huerto y jabones orgánicos. También encontré muy confuso la entrada y la salida del museo en sí. Siento que el recorrido debería empezar por donde termina. Ustedes me dirán si sintieron lo mismo.

El costo es de $70 pesos y si son estudiantes o maestros, entran gratis.

Les dejo un vídeo de la banda del Batallón de San Patricio de una persona que muy amablemente subió a Youtube en el 2008. Si alguien tiene uno mejor y de mejor calidad, ponganlo en los comentarios para compartirlo.

Ojalá les guste y me manden sus comentarios.





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