Anahuacalli

A unos cuantos kilómetros de la casa azul en el Centro de Coyoacán, encontramos muy escondido, alejado de la zona cultural uno de los museos más importantes de la cultura en México que pocos mexicanos conocen.

Todo empezó cuando Frida y Diego tenían el sueño de construir un rancho en unos terrenos que habían adquirido, pero fue un viaje a San Francisco que logró que Diego cambiara de opinión. Inspirado decidió dejar el sueño del rancho y crear un templo donde podría exponer una de sus grandes pasiones, y es que el famoso muralista era un fanático de la arte precolombino.

Uno de sus grandes amigos, el arquitecto Juan O´Gorman quien conocía a Frank Lloyd Wright y del que fuera su más fiel admirador, se inspiró con algunas de sus técnicas para crear lo que hoy se conoce como el museo Anahuacalli. Y es que la construcción tiene una maravillosa mezcla entre una pirámide prehispánica y art Deco que simulan la estructura de un Teocalli (Palabra en Nahuatl que se refiere a las pirámides que tienen un templo en lo más alto, Casa de los Dioses). Con patrones muy definidos y una perfecta simetría, el edificio es una obra de arte hecha en piedra volcánica con grandes ventanales y detalles de Onix en algunas ventanas.

"Si ahora hablo del caso de la arquitectura es porque tengo tal pasión por ella que no puedo morirme a gusto sin haber construido un edificio destinado a lo que mayor placer me ha dado siempre: La plástica prehispanica de México y dedicado a lo que ha constituido junto a ella. El material objetivo que indudablemente hizo de mi un pintor: El pueblo de México". Diego Rivera

Cuando Diego muere en 1957, Dolores Olmedo y la hija menor de Diego, Ruth Rivera, deciden terminar el proyecto para así, poder abrir sus puertas al público en 1964.

Diego se dedicó a coleccionar una gran cantidad de objetos que supera las 45 mil piezas de las cuales solo 2 mil forman parte de la exposición permanente y que están distribuidas en las 23 salas del museo. Cada sala presenta un mosaico en el plafón con diferentes deidades, diferentes puntos cardinales, las cuales se explican en las cédulas.

Debido a la gran cantidad de piezas, es casi imposible mantener una curaduría y un orden cronológico. Sin embargo las piezas están acomodadas de una manera estética que nos permite admirarlas en uno de los montajes más hermosos que haya visto ya que las piezas conectan con la arquitectura y el público.


Una de las cosas que más llamó mi atención fue que el museo cuenta con dos tipos de cédulas: Las de los adultos, que están fijas en el muro de piedra y las de niños que tienen forma de rana y pueden sacarlas de un contenedor que está cerca de la entrada. Les da una breve explicación, un "reto" y una que otra adivinanza. GRAN IDEA para conectar a las nuevas generaciones no solo con el arte de Diego Rivera sino también con la época prehispanica. 









Al final del recorrido, encontré estas dos piezas que llamaron mi atención. La cédula dice "El sueño de Diego y Frida era que sus cenizas estuvieran aquí, ojalá un día se cumpla su sueño". 

Los restos de Diego se encuentran en La Rotonda de las Personas Ilustres y por lo que tengo entendido Frida está en la Casa Azul. Debido a que se divorciaron en 1940, no sé que tan buena idea sea reunirlos después de todo. Siento que éste es el espacio exclusivo y dedicado a Diego, así como Frida tiene el suyo en la Casa Azul. Pienso que esto podría ser más un interés del museo que un verdadero sueño que no se cumplió.  



Es un museo que te presenta a Diego Rivera no como el gran muralista, sino como el coleccionista, el humano, el fanático. Es un área en donde se inspiraba, un santuario. Un espacio en donde te puedes sentir en paz rodeado de una gran cantidad de emociones. Es un museo para apreciar y sin duda conectar con México.

En el gran patio puedes encontrar unas sillas, una mesa de ping pong. La biblioteca está muy limitada, tal vez sea buena idea un programa de donaciones. Y debido a que no hay una tienda como tal, tienen algunos puestos artesanales en donde venden ropa, miel, mezcal y alguno que otro detalle.
Además del museo, hay actividades los fines de semana como Danza Aérea, clases de danzón, yoga y más. Me encantaría que se abriera a eventos sociales y culturales ya que es un espacio maravilloso lleno de cultura y paz.
Amo éste maravilloso museo. Me sentí más conectada a mi muralista y artista favorito. Me imaginé como sería estar junto a Diego viendo como trabajaba, como se inspiraba. Su amor a México me inspiró y me llenó de orgullo.


El costo del museo es de $90 pesos. Si eres nacional cuesta $70 pesos. Estudiantes y maestros pagan $30 pesos.  Adultos mayores, pre escolares pagan $15 pesos. Entrada gratis a menores de 6 años y personas con capacidades diferentes. Sobre todo porque no hay acceso a silla de ruedas. También es gratis para los que tengan credencial del ICOM y si eres vecino, también solo si presentas tú credencial de elector.
Si quieres tomar fotos el costo es de $30 pesos, pero si eres estudiante de primaria solo pagas $10 pesos y no puedes grabar vídeo. 

Existe un recorrido en el Fridabus en donde puedes visitar la casa azul y Anahuacalli con un costo de $150 adultos y $75 niños y solo son los sábados y domingos. en tres horarios distintos. Revisen la página de ambos museos y agenden su cita.

Gracias por leer.
  

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