Museos, lo están haciendo mal y nosotros también.

Hace poco leí un articulo en El Financiero en donde decía que, el mexicano no visitaba museos por falta de difusión o por falta de interés según estudios del INEGI y tuve una invasión de tristeza. 

Hay muchos puntos que tratar aquí, por ejemplo.

Si los museos de México se mantienen, es gracias al extranjero.

¿Por qué si siendo la ciudad con más museos en el mundo, no hay interés?, ¿Será a causa de la mala organización? ¿Será que el visitante no tiene dinero? Pretextos hay muchos pero creo que el principal es que no hay interés por la cultura. Hemos dejado que uno de los países con más cultura en el mundo sea ignorado por su propio público. 
Extranjeros pagan mucho dinero por venir y asombrarse de lo que nosotros vemos todos los días y nosotros no nos tomamos el tiempo de detenernos dos minutos, decir “¡Qué bonito es el edificio de Correos!” y después conocer un poco de su historia. 

Pensé que el costo de una visita sería un pretexto, pero los domingos la entrada es gratis, hay muchos museos que aceptan el Inapam, credenciales de estudiantes, ex estudiantes, profesores y existen membresias anuales que te dan acceso gratuito para ti y un acompañante a muchos museos de la República a muy buen precio.  Y la verdad es que el dinero de las entradas es importantísimo para los gastos de un museo y es que hay recintos que ni jabón tienen en sus baños. Si un mexicano es capaz de pagar $500 pesos por una idea al cine, ¿por qué no pagar $200 para ir a un museo? Al final es una inversión al conocimiento.

La difusión es escasa y difícil de entender. Las mismas cédulas de los museos son muy complicadas, muy confusas y para una persona promedio que no conoce ciertos términos o ciertos temas, puede llegar a ser aburrido. Si la primera cédula es la difícil, el recorrido será una tortura y el verdadero objetivo de un museo, es que te haga sentir nuevas cosas, que te deje sensaciones, pensamientos y experiencias nuevas, en lugar de que sea una tortura y siento que va un poco de la mano en donde el mexicano se siente inseguro a lo desconocido, a preguntar, se siente "fuera de su elemento" y es mejor evitar exponerse.

Por otro lado he notado que los museos no están adaptados a todo público. Se hace a un lado a los niños, a los discapacitados, a los ancianos lo cual ya disminuye visitantes. Las casas hogares, no permiten que los niños se acerquen a la cultura, están muy restringidos y por un lado los entiendo, pero están limitandonos a muchas cosas, incluso a un posible interés de trabajo y de crecimiento personal.

Si buscamos la manera de integrarlos a todos, apuesto a que tendríamos más visitas. Hace poco vi un post acerca del museo de arte moderno en NY y había una cédula especial para niños. La idea se me hizo brillante porque, ¿cómo le explicas a un niño una pintura de Dalí? Uno de los pintores más extraños del mundo.

Si ponemos accesos especiales, visitas guiadas asesorados por pedagogos con un guión que se adapte según quién nos visite, podríamos hacer las visitas mucho más interesantes. El chiste es conocer a un público, buscar sus intereses y adaptarlos al recorrido y con eso incorporarlos a un mundo increíble de conocimiento. Que se sienten bienvenidos.

A veces pienso que la única manera de hacer que un joven o un niño vaya a un museo es que la escuela le deje la tarea de ir, pero pocos salen inspirados, con ganas de regresar. Es una obligación, vas a lo que vas, escribes lo que viste y regresaste a tú casa a seguir con la tarea, y al ser obligatorio no es divertido y digan la verdad ¿Quién quiere regresar a un lugar a donde lo obligaron a ir?.

Yo recuerdo mis días de infancia en donde mi papá nos levantaba a las 07:00 hrs con música de Mozart, nos llevaba a desayunar y después a un museo. Se volvía una hermosa dinámica familiar que sí, era terrible la levantada temprano a los 10 años pero al final lo agradeces porque ahora recuerdas esos días y pides que regresen. De ahí nació mi interés por los museos y por la música clásica. Es la famosa educación que se da en casa de la que tuve privilegio de tener.

El interés de la gente está, o por lo menos eso me gustaría creer. Recordemos la maravillosa interacción del pueblo mexicano que participó en una de las ya conocidas fotografías en masa de Spencer Tunick en la plancha del zócalo capitalino, en donde miles de personas se inscribieron, se desnudaron y recibieron una copia de la foto. El interés de formar parte de una pieza que será exhibida y posteriormente te agradecerá tú participación con un regalo único, te hace sentir especial, te hace parte de la misma obra, ¡Te conviertes en el modelo!. Es por eso que se me hizo una gran idea del Carrillo Gil involucrar a las personas que estudian artes (y afines) a hacer su servicio social formando parte de un performance. Que manera tan maravillosa de interactuar con el arte y de paso, liberar tú servicio social.

Desde que vi Hope Hippo, tenía muchas ganas de ser yo la que estaba ahí, sentada sobre un gran hipopótamo de tamaño real leyendo noticias. 

El servicio social suena bien, pero ¿Qué pasa con todas esas personas que quieren colaborar sin estar estudiando? ¿Personas de la tercera edad? ¿Qué pasa con las personas que ya trabajan y quieren apoyar a museos los fines de semana por el simple gusto?. Leí en la página del MoMA en donde invita a cualquier persona que esté interesada en ser voluntario se inscriba mandando su aplicación y datos generales. Los horarios constan de dos a cuatro horas en donde tú donas tiempo a uno de los museos más importantes del mundo y te dan cinco áreas para que puedas colaborar. Tú decides si entras a una a dos o a las cinco, dependiendo del tiempo que quieras invertir. Imagínate todo lo que puedes aprender en un museo y lo bien que se vería en tú CV.

Los museos han llegado a proponer: Noches de museos, Rally de museos, pláticas sobre la exposición con los expertos, pero aún así no logran tener una fuerte respuesta del público. Visitar 100 museos al día, o en tres días, es agotador! (Créanme, lo intenté). Visitar uno decentemente es suficiente, claro dedicándole el tiempo que se merece. La idea de repasar hace que veas mucho, pero te quedas con poco. Al final, ¿entendiste la exposición? ¿O el objetivo de todo esto es “ve, tomate una foto y di que estuviste ahí”?.  

Los Community Managers son elementos fundamentales en nuestros días y su deber es atraer al público. Ellos son responsables de informar y convocar pero no es su responsabilidad si el público asiste o no, es un trabajo de todos y creo que últimamente los han hecho responsables de las subidas y bajadas del visitante.

Ayer vi un tweet de la cuenta oficial de la UNAM en donde subieron un increíble vídeo sobre una nueva exposición en el MUAC que se llama "Hablándole al poder" de Tania Bruguera, lo que no entendí es ¿Por qué la cuenta oficial del MUAC no la posteó, no la compartió, ni la subió a su página? Esos detalles son importantes y es necesario que la difusión se tome en serio porque es increíble la cantidad de comentarios que hablan de estos CM diciendo que son "chavitos que hacen su servicio social".

Desde que empecé el blog y haciendo IG stories con las exposiciones a las que voy, me da mucho gusto que a la gente les esté gustando, así me motivan a ir a más y a esforzarme a escribir mejor. Sin embargo, siento que están esperando a una reseña, en lugar de ser ellos mismos los críticos y objetivo de todo esto, es ese, compartir mis experiencias para que al final, ustedes también sean críticos. Que le pierdan ese miedo a explorar, a conocer y que a su vez, exijamos un mejor servicio y ayudemos a estos recintos a hacer mejores exposiciones e inspirarlos a innovar.

Es importante hacer que el público mexicano regrese a los museos: Por conocimiento, por diversión, por pasar el rato, porque al final, es nuestro patrimonio, es nuestra cultura y es el deber de las instituciones abrirle las puertas a todo aquel que quiera ir porque la cultura es de todos y para todos.

México cuenta con 1, 156 museos repartidos por todos lo estados de la república y debe haber alguno que nos interese, que sea nuestro favorito y es a ese, al que apoyaremos con nuestra opinión, twitteando, compartiendo nuestra propia experiencia y difundiendo.

Y ahora si, cuéntenme... ¿Cuál es su museo favorito?